MANILLA 110130
"Los criados iban de un lado a otro con ligero paso; miraban a la Princesa y se volvían. La joven no se atrevía a preguntarles nada; volvía a cerrar la puerta y se sentaba. Tan pronto cogía un libro de oraciones como se arrodillaba ante las imágenes. Con harta pena y no menos extrañeza comprobaba que sus plegarias no la aligeraban del peso de su emoción. De pronto la puerta de la habitación empezó a abrirse poco a poco y en el umbral apareció una vieja criada envuelta en un chal. Era Prascovia Savichna, que, por prohibición del Príncipe, casi nunca estaba en el aposento de la joven." Guerra y Paz. León Tolstoi.
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